¿Notaste cómo cambia todo cuando sabes exactamente qué pedir?
La mayoría de nosotros entramos en pánico frente a la página en blanco. O peor, frente a un cursor parpadeante esperando nuestras instrucciones. Así que hacemos lo que siempre hemos hecho: pedimos demasiado, pedimos con vaguedad, o peor aún, no pedimos nada.
Es la diferencia entre decir "haz algo bueno" y "necesito una presentación sobre marketing digital, ¿qué información específica necesitas de mí para completarla correctamente?"
Las herramientas de IA no leen mentes. Ni siquiera los humanos pueden hacerlo, aunque llevemos milenios intentándolo.
El prompt (esa instrucción que das a la máquina) es realmente una conversación (para Nodo un diálogo digital). No es solo lo que pides, sino cómo lo pides. Es aprender un nuevo idioma donde la claridad es amabilidad y la especificidad es generosidad.
Pero hay algo más profundo ocurriendo aquí.
La calidad de tus prompts refleja la claridad de tu propio pensamiento. Si no puedes explicarle a una máquina lo que buscas, ¿realmente sabes lo que quieres conseguir?
La próxima vez que te enfrentes a una herramienta de IA generativa, pregúntate: ¿estoy pidiendo lo que realmente necesito, o simplemente lo que estoy acostumbrado a solicitar?
Quizás el verdadero poder de estas herramientas no es lo que pueden hacer por nosotros, sino cómo nos obligan a ser más precisos sobre lo que realmente necesitamos.
P.D.: Las mejores colaboraciones a veces comienzan con un simple guion. Como este cómic, nacido del trabajo conjunto entre Claude y ChatGPT. El guion inicial creado con Claude, transformado con ChatGPT, y finalmente visualizado con el nuevo creador de imágenes de ChatGPT 4o. La orquestación de diferentes herramientas (cada una con sus fortalezas únicas) nos recuerda que el arte de pedir bien funciona en cualquier conversación, sea con humanos o con máquinas.