El precio de la distracción disfrazada de innovación
El arte de decir no a mil tendencias brillantes
Un CEO de una startup fintech pasa tres horas al día creando contenido sobre IA generativa. A su lado, su equipo de producto lucha por resolver problemas críticos mientras las métricas de retención caen. Mientras tanto, su competidor está obsesionado con resolver un solo problema: hacer que las transferencias bancarias sean tan simples como enviar un mensaje de texto.
¿Quién crees que construirá el próximo Nu Bank?
Como dijo el Maestro Jedi Qui-Gon Jinn: "Tu foco determina tu realidad". Y vaya que tenía razón. Es como ese restaurante que conocí la semana pasada: el chef estaba tan ocupado grabando tutoriales de cocina molecular que su plato estrella salió frío a la mesa.
La tentación de la distracción viene disfrazada de innovación. La IA generativa es el tema candente, y compartir contenido sobre ella te hace parecer visionario, conectado, relevante. Es fácil convencerte de que estás "manteniéndote al día con la innovación" mientras acumulas seguidores y vendes cursos.
Pero David Vélez no construyó Nubank dando conferencias sobre blockchain en 2017. Lo construyó obsesionándose con un problema específico: la terrible experiencia bancaria en Latinoamérica. Mientras otros hablaban de tendencias, él estaba en el terreno, entendiendo por qué abrir una cuenta bancaria era más complicado que resolver un cubo Rubik.
La claridad es un superpoder en un mundo de ruido. Mientras otros intentan posicionarse como expertos en todo, los verdaderos innovadores están enfocados en un problema tan específico que parece aburrido para los demás.
La pregunta no es si deberías entender la IA - claro que sí. La pregunta es si estar pendiente de cada nueva tendencia te está distrayendo de tu verdadera misión.
¿Qué pasaría si invirtieras toda esa energía que gastas en parecer innovador en realmente innovar en tu campo específico?
A veces, la decisión más valiente no es unirte a la conversación más ruidosa, sino mantenerte enfocado en el problema que solo tú puedes resolver. Como Steve Jobs le enseñó a Jony Ive: el verdadero poder está en decir "no" a mil cosas que parecen irresistibles. Incluso cuando esas cosas son tendencias brillantes que te tientan a decir "sí".