"Actualización disponible."
Click.
"Nueva versión lista para instalar."
Click.
Vivimos en un loop infinito de actualizaciones, persiguiendo la última versión de todo. Como si la solución a nuestros problemas estuviera siempre en la siguiente actualización, en la próxima herramienta, en el nuevo modelo de IA.
Esta mañana, durante una capacitación de IA Generativa, vi la transformación de un equipo. Comenzaron presumiendo su dominio de prompts "avanzados" y términos técnicos. Pero cuando la conversación se reenfocó en resolver problemas reales de sus clientes, su trabajo se transformó. La diferencia entre la mañana y la tarde fue dramática.
¿Qué cambió? No las herramientas. Las mismas herramientas, el mismo equipo. Solo cambió el enfoque: de presumir tecnología a resolver problemas.
Es como el jardinero obsesionado con comprar el último sistema de riego automático, mientras sus plantas mueren por no entender sus necesidades básicas. La tecnología más avanzada del mundo no puede reemplazar el conocimiento fundamental de cuánta agua necesita cada planta.
La IA generativa, los automatizadores, los integradores y todas esas brillantes nuevas herramientas son simplemente eso: herramientas. Son soluciones buscando problemas. El verdadero trabajo comienza cuando nos preguntamos: "¿Qué estamos realmente tratando de construir?"
Demasiado a menudo nos encontramos actualizando herramientas, persiguiendo la última innovación, mientras el problema fundamental que intentábamos resolver sigue ahí, esperando pacientemente.
Quizás es momento de hacer una pausa en nuestra carrera por la última herramienta y preguntarnos: ¿Estamos enamorados de resolver el problema o solo estamos enamorados de nuestras herramientas?
La respuesta podría incomodarte.
Y esa incomodidad es exactamente donde comienza el progreso real.