Febrero 2010. Un video de 3 minutos cambió mi perspectiva para siempre.
Estaba navegando por TED Talks, buscando inspiración en medio de una crisis profesional. Sentía que mis esfuerzos creativos no tenían dirección. ¿Estaba intentando liderar sin saber hacia dónde? ¿O simplemente bailando solo, como un loco, sin que nadie me siguiera?
Entonces lo vi: Derek Sivers explicando cómo iniciar un movimiento con un simple video de un festival. Un hombre bailando solo, aparentemente ridículo, hasta que se une el primer seguidor. "El primer seguidor transforma a un loco solitario en un líder", dijo Sivers.
Esa simple frase resonó en mi cabeza durante días. Me di cuenta de que estaba obsesionado con ser "el innovador", "el visionario", cuando quizás lo más valioso era reconocer, abrazar y celebrar a esos primeros seguidores.
Quince años después, en 2025, me encuentro inmerso en el tsunami de la IA.
Las preguntas son diferentes pero la ansiedad es familiar. ¿Debería adaptarme por completo? ¿Resistirme? ¿Qué parte de mi trabajo creativo será reemplazada? ¿Qué habilidades debo desarrollar?
Cada día aparecen nuevas herramientas, nuevas promesas, nuevos temores. Es fácil perderse en predicciones apocalípticas o utópicas. Es fácil sentirse abrumado por la velocidad del cambio.
En medio de este caos digital, vuelvo a las enseñanzas de Sivers. No como un plan estratégico, sino como recordatorios aleatorios que actúan como brújula cuando abro cualquiera de sus libros. Como si fuera un I-Ching moderno para navegantes digitales.
Lo aprendido de Sivers en la era de la IA:
→ 1. La claridad es libertad. "Hell Yeah or No" no es solo un filtro para decisiones. En un mundo de posibilidades infinitas amplificadas por IA, decir NO es tan valioso como decir SÍ. Cada "Hell Yeah" merece dedicación total.
→ 2. Lo simple no es simplista. Mientras las herramientas se complican, la necesidad de claridad aumenta. Sivers destila ideas complejas en conceptos memorables: "La simplicidad es el máximo refinamiento".
→ 3. La IA es un espejo amplificador. Mi síntesis: la tecnología no crea tendencias, las amplifica. No define valores, los refleja. La IA revelará quiénes ya somos, para bien o mal.
→ 4. El movimiento comienza con acción. Como fundador de CD Baby, Sivers no tenía un plan maestro. Resolvió problemas reales, uno a uno.
En la era de la IA, el "Hazlo ahora" de Sivers es el antídoto contra la parálisis.
Bottom Line: La IA optimiza procesos, no propósitos.
En un mundo donde eficiencia y optimización son las nuevas deidades, Sivers nos recuerda que la pregunta fundamental sigue siendo humana: ¿Qué es lo que realmente importa?
La tecnología cambia el "cómo". Debemos seguir decidiendo el "qué" y el "por qué".
Hoy, en lugar de temer si la IA reemplazará mi trabajo, me pregunté: "¿Mi trabajo actual merece un 'Hell Yeah'?" La respuesta me sorprendió.
¿Y la tuya?